Actualizado: 11 agosto, 2023
Precio del kWh al alza, consejos para ahorrar en la oficina
El alza del precio del kWh está entre los principales titulares de los medios de comunicación europeos y especialmente de los españoles. Aunque dicha tendencia al alza no es nueva, actualmente es más acentuada y está impactando significativamente las facturaciones mensuales y el bolsillo de los consumidores.
En tal sentido, es oportuno conocer las variables que intervienen en ese proceso. La información puede conducir al desarrollo de hábitos que generen ahorro de energía eléctrica en la oficina. La cual es uno de los entornos de mayor consumo.
Variables que intervienen en el alza del precio del kWh
El alza del precio del kWh está vinculada a la ocurrencia de algunos factores enmarcados en la crisis energética global. Ellos determinan que el precio de la luz sea tan volátil y haya llegado a ser uno de los dolores de cabeza de los consumidores. Entre esos factores, están los siguientes:
- La escasez de gas natural por interrupción de los procesos usuales de suministro por parte de algunos proveedores encarece su costo. Lo cual, a su vez, empuja hacia el alza el precio de la luz.
- Las penalizaciones por emisiones de carbono. Al quemar el gas para producir electricidad, las plantas de energía eléctrica emiten gas de carbono, que contamina la atmósfera. Esto las obliga a pagar penalizaciones que, en cierta medida, se terminan trasladando al precio del kWh.
- Los desequilibrios entre la oferta y la demanda del servicio, que buscan compensarse mediante el alza de las tarifas. La oferta deficiente y la demanda excesiva van de la mano y marcan la variabilidad del precio que, finalmente, los consumidores ven reflejado en sus recibos.
Para comprender el alcance y complejidad de estos factores intervinientes es interesante su análisis por parte de especialistas en el área eléctrica. En ese sentido, recomendamos contactar a este equipo de expertos en todo lo relacionado con el alza del precio del kWh.
Consejos para ahorrar electricidad en la oficina
Una vez que se conocen los factores que impulsan el precio del kWh, corresponde tomar medidas para disminuir el consumo en la oficina. Entre esas medidas, se destacan las siguientes:
Conocer el perfil de consumo de la oficina
Analizando las facturas de varios meses anteriores se puede establecer la curva de consumo. También, ubicar cuáles son los equipos que consumen más electricidad. Esto es un buen punto de partida para que otras medidas de ahorro funcionen.
Elegir la tarifa adecuada
Puede ocurrir que se tenga contratada una tarifa más costosa de la que realmente requiere la oficina para funcionar. La potencia contratada pudiera ser mayor a la requerida para que funcionen simultáneamente los equipos de la oficina. Ajustarse a lo requerido traerá ahorro.
Hacer mantenimiento a los equipos
El mantenimiento preventivo hará que los equipos funcionen correctamente y no usen más electricidad de la necesaria. De esa manera, se minimiza el impacto del alza del precio del kWh.
Usar bombillas ahorradores
La iluminación de la oficina permanece encendida muchas horas, por lo que se debe optar por bombillas de bajo consumo. Asimismo, renovar los equipos en función de su eficiencia energética traerá ahorro en el recibo de luz.
Otras medidas
Aprovechar la luz solar abriendo las ventanas de la oficina, desenchufar y no dejar en stand by los equipos que no se estén usando. Regular el aire acondicionado a una temperatura que no sea excesivamente fría, fomentar el consumo responsable y apostar por el teletrabajo también dará buenos resultados.
Al tomar estas medidas y convertirlas en hábitos de consumo, se estará ahorrando en la oficina para compensar el alza del precio del kWh. Pero, además se estará disminuyendo el impacto sobre el medio ambiente, cosa que la Madre Tierra sabrá agradecer.
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